¡Rechacemos colectivamente el régimen de guerra!
¡Activémonos juntxs en el campamento „Desarmar a Rheinmetall“ a finales de agosto en Colonia!
¡Aumenta la manía de los gobernantes por la guerra y el armamento! ¡Es hora de romper con determinación este consenso bélico con nuestra lucha antimilitarista! Venid del 26 al 31 de agosto a Colonia, en la región metropolitana de armamento del Rin-Ruhr, para vivir en el campamento una alternativa a la normalidad bélica, para compartir conocimientos, reflexiones estratégicas y experiencias con compañerxs de todo el mundo y, por supuesto, para llevar a cabo acciones directas contra los verdaderos motores de esta maquinaria de guerra.
La UE y Alemania, en pleno delirio imperial
Una mirada a EE.UU. revela hacia dónde se dirige la política imperialista y militarista del bloque occidental. Mientras internamente se impone una política opresora racista, sexista y, en general, misántropa, se llevan a cabo abiertamente planes de expansión, intereses estatales y amenazas de fuerza militar. Sin embargo, esta disolución completa de los límites del poder capitalista y patriarcal, que se basa principalmente en la fuerza militar, se manifiesta ya a nivel global.
Las decisiones sobre guerra y paz se negocian entre potencias como EE.UU., Rusia y China, dejando a los belicistas de la UE al margen y rabiosos. La nueva repartición de tareas dentro del bloque de la OTAN alimenta fantasías peligrosas sobre una prolongación de la guerra en Ucrania y una creciente voluntad de militarizar nuestras sociedades.
Los Estados de la UE, especialmente Alemania y Francia, aprovechan esta situación para perseguir con más ahínco sus fantasías de gran potencia. Aquí, la industria armamentística, con Rheinmetall a la cabeza, vuelve a mostrarse como su mejor aliada. No sólo su valor en bolsa se ha multiplicado por quince desde 2022, sino que su beneficio está asegurado por las enormes sumas que los estados europeos quieren gastar en la guerra.
Un paquete de 800 mil millones de euros debe reforzar la capacidad de guerra a nivel de la UE. Para ello, el gobierno alemán, que aún no ha entrado en funciones, decide adoptar medidas financieras sin límite para armarse y transformar infraestructura y sociedad con fines militares. Toda la población será movilizada —si hace falta, por la fuerza— para apoyar el aparato bélico, incluso mediante servicios militares obligatorios. Guerras mortíferas que se prolongan desde hace años, como en Ucrania y Siria, hasta genocidios como en Palestina o Sudán, siguen siendo alimentadas sin freno, generando un horror cotidiano de violencia, sufrimiento, violaciones, trauma, muerte y regiones enteras destruidas e inhabitables.
¡Pero la resistencia crece! En lugar de estar a favor de la guerra, decimos en las calles, en la acción, en el lugar de trabajo y en las instituciones educativas: ¡Seamos activxs contra la guerra!
Mientras el Bundestag intenta superarse en armamento y recortes sociales, en las calles crece la protesta contra esta política. Cientos de miles se han manifestado contra el desarrollo derechista del estado y la sociedad. Decenas de miles han salido a las calles en solidaridad con la lucha de liberación del pueblo kurdo. A pesar de la represión constante y los intentos de criminalización, la protesta contra el genocidio en Gaza y la guerra cruel en Palestina no se detiene. El sindicato CALP en Génova nos muestra con sus huelgas y su negativa a cargar material bélico cómo el antimilitarismo activo y la solidaridad pueden hacerse realidad. Trabajadorxs organizadxs están en huelga contra el desmantelamiento y la reestructuración bélica de la industria, así como contra la militarización del transporte público y del sector sanitario.
Hoy más que nunca debemos preguntarnos: ¿Aceptemos el hecho de que nos están haciendo a todxs aptxs para la guerra y en vez de mantequilla sólo nos dan cañones, que deporten a nuestrxs vecinxs, que se desmantelen las conquistas del feminismo y que el poder capitalista se vuelva aún más autoritario? ¿O lograremos construir un movimiento amplio, internacionalista y antimilitarista que ofrezca una alternativa real a esta militarización? ¡Saboteemos juntxs la economía de guerra! ¡Respondamos a la movilización bélica con deserción y traición organizada! ¡Combatamos juntxs el régimen de guerra!
Colonia y la Cuenca del Ruhr no sólo albergan los orígenes y las sedes de grandes grupos de la industria armamentista como Rheinmetall y Thyssen-Krupp. También hay una larga historia de resistencia antimilitarista: desde lxs piratas Edelweiss, que con sabotajes y desobediencia militar se enfrentaron al fascismo alemán, hasta las luchas contra la remilitarización de la República Federal en los años 50, en las que el antimilitarista Philipp Müller fue asesinado por la policía.
¡Venid al campamento del 26 al 31 de agosto en Colonia!
Aprovechemos el campamento para compartir experiencias, construir redes internacionales, aprender juntxs y preparar nuevas formas de resistencia. Habrá charlas inspiradoras, talleres y acciones directas. Salgamos juntxs a la calle, hagamos visible nuestra oposición y pongámonos en marcha.